Traducción Jurada ayer y hoy

Traducción Jurada ayer y hoy

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Desde la antigüedad, con la expansión del Imperio Romano y el incremento vertiginoso de la actividad comercial, comenzó a ser necesario llevar en las comitivas a personas que hablen varias lenguas extranjeras, para facilitar las comunicaciones.

Ya en la era moderna, pero mucho antes de la expansión de la tecnología digital que ha permitido que el mundo se ubique al alcance de todos, los organismos internacionales firmaban tratados, convenios y se llegaba a acuerdos entre los Estados firmantes. 

 

Estos acuerdos se llevaban a cabo entre naciones, sin que afectara el idioma diferente que podían tener los signatarios.

En la actualidad, aunque han pasado varios siglos, lo que hoy conocemos como Traducción Jurada sigue vigente y seguirá teniendo importancias en un mundo globalizado y multicultural.

En este sentido, la traducción jurada de documentos diversos en idiomas extranjeros es indispensable para seguir ciertos trámites en distintas instituciones.

 

Dentro de estas se pueden mencionar, las instituciones académicas, legales, judiciales, médicas, de inmigración y comerciales, entre otras. 

En todas estas actuaciones es indispensable que un profesional certificado como traductor jurado firme y selle la traducción de esos documentos, dando fe de su validez legal.

Para el derecho internacional, la Traducción Jurada es una herramienta imprescindible para el arbitraje de los posibles conflictos que puedan surgir entre las partes y para la efectiva resolución de los mismos.

En estos casos, los contratos suscritos en los tratados internacionales llevan anexo una Traducción Jurada por cada uno de los idiomas involucrados que servirá de aval para la regulación de los términos y las condiciones que los regirán. 

 

¿Qué da la validez a una Traducción Jurada?

Las traducciones juradas solo son válidas cuando es realizada por un Traductor Jurado que está certificado por el Ministerio de Asuntos Exteriores. Su responsabilidad principal es la de garantizar la veracidad de un documento que ha traducido.

En este sentido certifica con su firma y sello la validez del documento, permitiendo que se pueda presentar ante diversas instituciones o instancias con la garantía que no será rechazado.

Cabe destacar que aunque el traductor jurado domine a la perfección varios idiomas, solo puede certificar documentos en los idiomas en los que ha sido autorizado por el Ministerio.

 

Por otra parte, este profesional debe poseer además gran riqueza de lenguaje, habilidad al escribir, perfección gramatical y de ortografía y un amplio conocimiento de la especialidad con la cual va a trabajar.

Existe una alta probabilidad que al traductor jurado se le presentan encargos que representen un verdadero reto. En estos momentos debe estar bien preparado y tener conocimientos, para ejecutar un trabajo de calidad.

Estos escritos serán presentados en diferentes entes y países, que van a aceptar como cierto lo plasmado en los documentos presentados.

 

En este punto radica la importancia de contar con profesionales bien formados y que hayan recibido la capacitación y formación necesaria.

En conclusión, es notoria la importancia que tiene la Traducción Jurada, como herramienta para cualquier acto académico, legal o laboral o de otra índole en un país con una lengua diferente a la nuestra.

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